Los proyectos nuevos y de mantenimiento para pintura industrial tienen el balance entre lo práctico de su aplicación y el conocimiento y experiencia necesarios para que parezcan fáciles. Con especial atención a entornos productivos, las variables desconocidas deben ser evitadas lo más posible, pues tienen el potencial de producir pérdidas de tiempo por los posibles errores, enmendaduras, desperdicios, durabilidad y calidad inciertas, que puedan ser provocados al no contratar a expertos.
En cualquiera de los casos, debemos pensar en la inversión que vamos a hacer. Sería un dolor para el bolsillo y un desánimo al ver que te pusiste en manos de gente sin preparación. Sin afán de apuntar dedos, podemos también pecar de exceso en iniciativa y echar a perder el trabajo queriendo hacer la tarea “in house”, ya sea tú mismo o apoyado de los trabajadores, que no necesariamente están calificados para hacer trabajos de pintura profesional, en especial los trabajos con pinturas que requieren seleccionarse según la aplicación; pueden requerir métodos y herramientas específicos, y algunos de ellos pueden representar riesgos a la salud (uso de protección especial y preparación de superficies).
Entre los factores a considerar para tu proyecto de pintura industrial, sea nuevo o de mantenimiento:
El esquema de color. Se debe considerar la zona, los colores utilizados para distintas categorías de máquinas, entre otros criterios. En casos industriales, aunque es importante considerar la selección de colores de identidad corporativa, tienen más peso las connotaciones de seguridad, ordenamiento y flujos de operaciones.
El clima. Siendo para exteriores, se debe considerar la exposición a rayos UV, la humedad relativa, la frecuencia e intensidad de lluvias; en interiores, las temperaturas (cuartos limpios, refrigeración, calderas), humedad, presencia de sustancias peligrosas, el tráfico de trabajadores y las características de tensión mecánica y desgaste para mejor elección del tipo de pintura. Para ambos entornos, la elección debe ser idónea para que la durabilidad sea óptima.
Contratista:
a) Consultoría inicial. Una de las señales de que se trabaja con personas serias es que se realice una consulta, seguido de una visita al lugar para tomar medidas y anotar consideraciones: lugar, elementos, ventana de tiempo, espacio disponible, herramientas y equipo in situ, presupuesto de cliente, turnos laborales, etc, para con ello generar una propuesta económica y darla a conocer al cliente, junto con las condiciones, calendario de trabajo, derechos y obligaciones que el trabajo implica.
b) Experiencia. La naturaleza de cada proyecto es distinta, por lo que será siempre mejor contactar a empresas que tengan en su haber suficiente experiencia, con distintos proyectos y clientes, pues cada uno tiene sus propias exigencias y retos. Una referencia puede ser preguntar acerca de los proyectos más grandes realizados, para valorar su experiencia, conocimiento y destreza. Como ejemplo, haber trabajado en el aislamiento de tanques de almacenamiento es un buen ejemplo de que tienen la capacidad para una gama amplia de proyectos.
c) Experiencia avanzada. Un equipo de trabajo profesional y confiable por lo general tiene equipos multidisciplinarios, cada individuo con su propio conjunto de habilidades, incluyendo las administrativas como área de compras, manejo de cuadrillas y control de calidad.
d) Nivel avanzado de seguridad y entrenamiento. Gracias a empresas como Professional Painters, podemos apoyarnos en su experiencia y conocimiento para tranquilamente esperar un trabajo justo como se necesita, utilizando las herramientas necesarias y materiales de calidad. Con décadas acumuladas de proyectos terminados, se tiene la evidencia y referencias suficientes para justificar sus palabras con su historial de clientes satisfechos; sin reposar en sus laureles, en constante actualización para ofrecer más calidad y técnicas actualizadas.
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