A diferencia de condiciones residenciales donde la priorización
se inclina hacia la variedad de colores, en los entornos industriales la
pintura y recubrimientos deben principalmente responder a características de
funcionalidad, durabilidad y seguridad. La variedad disponible en la actualidad es vasta, pero podemos enfocarnos a dos categorías principales:
Recubrimientos
orgánicos.
Son
aquellos que contienen carbón en su constitución, productos derivados de
petróleo, a la vez que solventes, pigmentos, aditivos y barnices.
a)
Recubrimientos alquídicos. Pueden aplicarse a
varios substratos preparados en distintos entornos industriales. Dependiendo de
sus ingredientes, pueden resistir a los rigores de distintas condiciones en
exteriores, interiores, subterráneas y bajo el agua. La desventaja es que requieren
oxígeno para completar la reacción química y que se logre un acabado durable;
al necesitar que el oxígeno se distribuya en toda la capa de pintura, el
proceso de secado toma tiempo a comparación con otros productos.
b)
Recubrimientos epóxicos. Comprende una amplia
gama de productos con características excelentes para formación de capa,
propiedades mecánicas y químicas, mientras que requieren tiempos cortos de
curado y secado. Estos materiales pueden crear firmes uniones con las
superficies donde se aplican, incluyendo acero, zinc, aluminio y componentes
galvanizados. Ésto los convierte en perfectas alternativas para proyectos
industriales que requieren protección máxima contra los elementos,
combustibles, químicos, humedad y sales en inmersión.
c)
Recubrimientos de poliuretano. Complementados
con aditivos especiales, los productos para aplicación de capas de poliuretano
tienen excepcional resistencia contra la corrosión, abrasión, químicos, y
desgaste ambiental. Por ello son altamente versátiles, aplicables a múltiples proyectos.
Recubrimientos
inorgánicos.
Para
poder dar protección contra varios agentes estresantes en plantas industriales,
se preparan los recubrimientos inorgánicos utilizando esmaltes, aditivos y
pigmentos.
a)
Recubrimientos acrílicos. A pesar de que los
recubrimientos alquídicos siguen teniendo mucha aceptación para proyectos
industriales, se han comenzado a popularizar los recubrimientos a base de agua.
Para lograr dar un acabado resistente y durable en naves industriales, se
agregan componentes y aditivos de alto rendimiento y se utilizan menos
dispersores de pigmentos, surfactantes y modificadores reológicos que puedan
afectar negativamente a la protección contra la corrosión.
b)
Recubrimientos cerámicos. Además de mejorar la
durabilidad, la protección contra químicos y la corrosión, el recubrimiento
cerámico cuenta con características únicas como el aislamiento térmico, además
de dar estabilidad química y dimensional. Pueden utilizarse para la protección
de tanques y tuberías contra el agua , humedad, rayos UV, químicos y temperaturas elevadas. Únicamente, se
deberá evitar su uso en
lugares donde haya exposición a tensiones o compresión, ya que la deformaciones
pueden dar lugar a fracturas, afectando la integridad de la capa.
c)
Recubrimientos intumescentes. Estos
recubrimientos, al ser expuestos a temperaturas altas o a las llamas, se
expanden para generar capas gruesas asemejando espuma, que aísla a las
estructuras del fuego. Gracias a dicha características, son de uso frecuente en
aplicaciones para entornos de temperaturas elevadas.
Existen
otros recubrimientos de tipo metálico y a base de polvo, pero requieren una
valoración, y que el lugar donde se apliquen presente condiciones de trabajo
estables. Si necesitas asesoría integral puedes consultarlo con uno de nuestros especialistas en Aplicación de pinturas en estructuras metálicas y con gusto aclararemos todas tus dudas de tus proyectos.
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