Al considerar proyectos de renovación, los resultados se ven significativamente afectados por las condiciones previas de la construcción. No se puede lograr una renovación total a menos que se retire por completo la pintura antigua para preparar las superficies y recibir un nuevo recubrimiento.
En el caso del mantenimiento, es posible que la vida útil de la pintura esté llegando a su fin, o que las condiciones naturales y de trabajo aceleren el desgaste. En este punto, es crucial llevar a cabo un análisis e investigación para determinar qué producto proporcionará la mejor apariencia y durabilidad como recubrimiento, así como la mejor manera de preparar las superficies para su posterior pintado. Existen varios productos químicos que se pueden utilizar para esta tarea, pero su elección dependerá del tipo de superficie, el tipo de pintura a eliminar y el acabado deseado.
Uso de agua: Este es uno de los métodos más básicos cuando la preparación se limita a eliminar polvo, partículas y agentes contaminantes antes de aplicar el nuevo acabado. Si es necesario eliminar por completo una capa de pintura anterior antes de aplicar una nueva, se puede utilizar un chorro de agua a alta presión. Por lo general, la presión utilizada para eliminar capas de pintura antigua es alrededor de 30,000 PSI, lo cual es menos costoso en comparación con el uso de agentes abrasivos, que requieren medidas de contención más rigurosas. Además, al tener un impacto ambiental menor, esta opción es popular en aplicaciones marítimas.
Disparo de abrasivos: A diferencia del uso de agua para eliminar contaminantes y partículas, los abrasivos actúan erosionando la superficie para eliminar el recubrimiento existente. Si bien las primeras versiones de abrasivos podían ser agresivas con superficies de mampostería, los avances recientes en micro abrasivos permiten regular su nivel de agresividad, lo que los hace viables incluso para proyectos donde el sustrato no sea tan resistente. Sin embargo, es importante realizar pruebas para garantizar que se obtenga el resultado deseado.
Remoción química: En comparación con la limpieza con agua o la erosión abrasiva, el uso de químicos sigue un enfoque completamente diferente. Los agentes químicos utilizados generan una reacción en la pintura, aflojándola o disolviéndola. Este método es altamente efectivo cuando se desea eliminar acabados firmemente adheridos a la superficie. Cada agente químico está diseñado para atacar un tipo específico de acabado, por lo que es importante investigar o buscar asesoramiento para garantizar la compatibilidad entre la superficie y el agente químico. Además, el personal encargado del proyecto debe tener un conocimiento completo sobre el uso óptimo del químico utilizado y los riesgos ambientales asociados.
Independientemente de las condiciones de tu proyecto, siempre es recomendable buscar el asesoramiento de expertos para que te guíen y te presenten los métodos y materiales más actualizados, que pueden superar en calidad, tiempo de aplicación y costos a los utilizados anteriormente.
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